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El Taller de Músics, uno de los proyectos sociales más amplios de Barcelona

  • A. Izquierdo y J.Bonilla
  • 6 may 2018
  • 8 Min. de lectura

El Taller de Músics nació en 1979 en el intento de mejorar un barrio como el Raval de Barcelona, sumergido en las drogas y la prostitución. Se trata de una empresa que funciona como escuela de música pero a su vez trabaja con proyectos sociales en los que trata de dar un salvavidas musical a todo el que lo necesite. Xavi Torres, mánager y productor del Taller de Músics, nos atiende en un local familiar pero con estilo. Tiene esa pinta de mánager que todos imaginamos cuando nos hablan de alguien como él, bien vestido, de 36 años, alto y con mucha labia. Xavi parece dispuesto a hablar como si del festival que llevas esperando asistir se tratase, de tal manera que parece no tener fin pero tampoco te importaría si durase unas horas más. Para él lo típico es lo atípico para un ciudadano cualquiera, lo utópico. Habla de artistas reconocidos como si se tratase del vecino que viene los domingos a pedir sal. Quizá eso es lo que le hace mantener los pies en la tierra, o al menos, sobre el escenario. Implicado con los proyectos sociales y la música, este profesional parece no querer llegar a la última canción de su carrera.


EL TALLER


Tenéis un programa senior, ¿cómo es que os habéis apartado de la gente joven en una parte de vuestro proyecto y habéis dedicado vuestros esfuerzos a personas de más de 40 años?

El taller es una cosa muy peculiar, nació el 1979 y desde entonces no ha querido ser solamente una escuela de música. Siempre hemos tenido dos cosas claras, en primer lugar, nunca nos queremos alejar de nuestra esencia, la escuela. En segundo lugar, queremos empezar a apostar y crear proyectos sociales. Antes, en este barrio solamente había drogadictos y prostitución, sin embargo, con la aparición de esta escuela, se renovó el barrio del Raval. Esto es una de las explicaciones, no queremos dejar a nadie de este barrio ni de alrededores fuera si queremos hacer un cambio social. Además, tenemos muy claro que, si queremos enseñar a ser músico a alguien, no solamente podemos enseñarle música, sino que debe aprender a vivir la vida del artista. No es todo armonía ni solfeo, llevar los instrumentos y hacer pruebas de sonido horas antes de un concierto también es música. Tener claro esto hace que sea más comprensible el por qué apostamos por los senior, tenemos otras inquietudes además de enseñar música y punto. El proyecto senior solo pretende poner de nuevo en activo a personas que quizá lo dejaron hace años y que quieran retomar la música. Además de enseñarles, lo que nos importa es que puedan tocar, juntarse entre ellos y crear proyectos entre otras cosas. Queremos que vuelvan a estar en activo, aunque sea a un nivel amateur. Todo esto es fruto de nuestra ideología que se basa en que la música une a le gente y no queremos hacer nada que se aleje de eso. Queremos que esta gente crezca y se libere de las presiones del día a día.


Puerta principal del Taller de Músics. || Júlia Bonilla

¿Qué diferencia hay entre un artista que sale del Liceo y uno que sale del Taller de Músics?

Ambos pueden ser profesores de música, ya que ambos tienen el mismo título, al fin y al cabo. Sin embargo, nosotros queremos creer que los nuestros salen más preparados, ya que han experimentado la vida del músico mientras estudian. Es nuestra forma de enseñar y muchos alumnos llegan aquí a sabiendas de eso. Prueba de esto es el hecho de tener alumnos que están en activo ya pero que quieren seguir estudiando con nosotros.


¿Qué aportan el jazz o el flamenco a un músico?

El jazz y el flamenco son las más complicadas a nivel técnico por lo que hace a los estilos más modernos, por lo tanto, consideramos que todo aquel que las domine, es capaz de cualquier cosa con su instrumento. Queremos que nuestros artistas no tengan límites.


Tenéis un proyecto social donde vosotros enseñáis música a las personas más desfavorecidas, ¿qué aprendéis de estos alumnos?

La gracia de la enseñanza es que sea recíproco, lo que en este caso se cumple a un mayor nivel que nunca. Estamos delante de historias de superación brutales en los que, en muchos casos, la música ha sido una herramienta de escape de una realidad inmunda. Nos centramos en la zona de Sant Adrià del Besos y es increíble como gente que no tiene ni para comer, es capaz de expresarse de semejante manera con un instrumento. Nosotros tratamos de ayudar a esta gente en todo lo que podemos, incluso hemos llegado a dejarles nuestros instrumentos para que ensayen en su casa, ya que muchas de estas personas no se pueden permitir uno propio. De ahí salen personas que tienen mucho éxito, y es que, si no se cogen a la música, quizá lo haría con la heroína. Incluso tenemos en uno de nuestros talleres a personas presas que salen únicamente de permiso para tocar y ensayar con nosotros, lo que nos hace ver que cualquiera puede evadirse con la música, por muy mala que sea la situación que le toca vivir.


 

“Estamos delante de historias de superación brutales en los que, en muchos casos, la música ha sido una herramienta de escape de una realidad inmunda.”

 

SU CRITERIO


¿Qué criterio tenéis los representantes del Taller de Músics a la hora de elegir a vuestros representados?

Te podría decir que más bien debemos elegir a las personas que no representamos, ya que prácticamente todos nuestros alumnos quieren que seamos sus mánagers. Nos alimentamos de los talentos de la escuela, pero no podemos representarlos todos. Puede ser que en ocasiones si que llevemos a personas que vengan de fuera del taller, pero esto ocurre muy poco. Nos gusta centrarnos en lo que cosechamos. El problema es reducirlo todo, y tienes que discriminar a quién no representar. Lo que más nos llegan son propuestas de jazz y flamenco, sin embargo, esto es lo que más ofrecemos, así que no me sorprende. Es como el pez que se muerde la cola, nosotros buscamos artistas y ellos nos buscan. Sin embargo, lo más normal, viendo que en el mercado escasea más la demanda que la oferta, somos nosotros los que recibimos las propuestas.


Xavi Torres. || Júlia Bonilla

¿Los concursos de talentos musicales televisivos quitan protagonismo a las personas que se forman en talleres como el vuestro?

Pienso que primero debemos diferenciar entre el mundo real y la televisión. A las personas que crean estos programas les interesa un tipo de producto que se aleja bastante de la realidad, si que es verdad, que cada vez hay gente más formada que participa en estos talentos. El problema es que en muchas ocasiones en estos programas no se busca un talento, sino unos ojos azules. Es todo muy diferente, y más que hacer daño, tuvo un momento de auge, pero esto se ha relajado. Es cierto que algunos alumnos de nuestro taller se han presentado a este tipo de programas y han logrado ser candidatos de Eurovisión, como es el caso de Salvador Sobral. Eso no me enfada, ya que son gente muy humilde e incluso van contando que se han formado aquí, lo que nos beneficia. Sin embargo, ser un buen músico no requiere tener la formación más exquisita del mundo, sino que es cuestión de saberse expresar. Por ello hay muchas personas en programas sí que cumplen los requisitos, pero en la mayoría de las ocasiones no deja de ser un producto televisivo. Muchos de estos, es cierto, que empiezan en estos programas y terminan aquí pidiendo formación para poder ampliar sus conocimientos. Sin embargo, no dejan de ser horas de música en la televisión, lo que nos alegra y es un gran paso.




Tenéis el bar JazzSí donde habéis hecho más de 7.200 conciertos en los cuales han participado 36.000 músicos. ¿En qué medida los artistas que tocan aquí adquieren importancia dentro de vuestro taller?

Intentamos tener un ojo en las personas que tocan ahí, ya que en muchas ocasiones son alumnos y la mayoría tienen mucho talento. Un caso es la carrera de nuestra alumna Eva Fernández, ella se ha formado con nosotros y ha tocado ahí en muchas ocasiones. Además, es importante tener un lugar como este, ya que muchos alumnos se unen y crean proyectos nuevos que presentan ahí. Asimismo, el JazzSí es el primer paso y no solo nos debemos de centrar en lo nuestro, debemos hacer que nuestros alumnos alcen el vuelo.



 

“Este barrio ha cambiado porque estamos nosotros aquí y no nos movemos.”

 

LAS ESCUELAS


Nos comentabas antes que no hay escuelas como la vuestra, ¿por qué crees que no ha surgido ninguna otra?

Esto que hacemos nosotros es un marrón muy grande. Y lo hacemos porque hay personas aquí, que fundaron esto en el año 79, que tienen esta manera de ver la vida y de creer en este proyecto como una cosa que va más allá de un negocio. Es gente apasionada de la música, y apasionada de la gente. Esta es la diferencia. En el Liceo seguramente son apasionados de la música. Pero en nuestro caso, el hecho de arrancar todo esto en este barrio, y seguir aquí, porque podríamos habernos ido cincuenta mil veces y seguimos cada año o cada dos años comprando locales nuevos y ampliando la escuela sin movernos de aquí, se debe a que nos gusta la música cercana y la realidad. Este barrio ha cambiado porque estamos nosotros aquí y no nos movemos. Detrás de todo esto hay mucha filosofía. El taller nunca se ha montado como un negocio. Si no como algo mucho más básico. No hay más pretensión que la de mantener una estructura o ir creciendo poco a poco, porque las ideas no se acaban nunca, y para llegar a más gente, cambiar más cosas, siempre con este espíritu de calle y competitivo. La música es una herramienta de cohesión social. No es para nada algo elitista, ni mucho menos. Está en el otro extremo.


Xavi Torres y los miembros de nuestro equipo. || Júlia Bonilla

Entonces, ¿qué grado de importancia crees que tienen estas escuelas a la hora de llevar músicos a la industria musical?

No solo es muy importante que hayan estas escuelas para que tengamos mejores músicos, sino que también estamos creando mejor público. Y una prueba de ello es que hace unos años el público del jazz eran mayoritariamente jubilados, y ahora hay gente joven, muy joven, loca por el jazz. Prueba de esto es el Festival de Jazz de Barcelona.


Xavi Torres pone el punto final a esta entrevista haciendo hincapié en la necesidad de darle prestigio a la música en directo. Asegura creer que la industria debería ceñirse a unos horarios más europeos: “El hecho de hacer la música a una hora no intempestiva también le da cierto caché.” Además, resalta la importancia de separar la música en directo del mundo de la noche: “Son conceptos diferentes, y es una cuestión de educar al público. Por ejemplo tener salas decentes a las que ir a escuchar un músico que suene bien.” Y destaca creciente y perjudicial tendencia de ofrecer música en vivo de manera gratuita en fiestas mayores y la infame reducción de los precios de actos musicales como los bolos: “Al final a la gente le importa una mierda la música. Acaban pagando muchísima más pasta por la conexión a Internet con la que nos bajamos canciones, películas, etc.; que por la música en directo.” Sin embargo, se mantiene optimista: “Creo que algún día llegaremos a tener un sindicato de músicos y aprenderemos a separar la fiesta de lo profesional.”




Para la ubicación del Taller de Músics y más información sobre sus proyectos:


Para más información:

Link al Twitter del Taller de Músics: https://twitter.com/tallerdemusics

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